María Montessori

María Montessori

María Montessori fue una mujer realmente excepcional, una mujer con muchos dones y talentos. Observadora y abierta, dedicada y enfocada, perseverante y tenaz en su búsqueda por la Verdad. Era paciente, entusiasta y tenía gran pasión por lo que hacía. Su imaginación y su creatividad le permitieron desarrollar e innovar un sistema educativo. Visionaria y valiente, tuvo el valor para plantear esta nueva visión a la sociedad conservadora de su época,  y romper así, con estructuras anticuadas sobre el pensamiento de lo que era el niño. Una mujer cuya visión ha impactado y transformado a muchas generaciones por el mundo entero.

Su gran contribución: el niño puede aportar la Paz Universal a la Humanidad

Maria Montessori nace el año en que se produce la Unificación de Italia, un 31 de agosto de 1870, en Chiaravalle (Ancona, Italia), fruto de la relación de su padre Alessandro Montessori y de su madre, Renilde Stoppani.

Maria Montessori

En 1882, Los Montessori se trasladan a la capital italiana con la idea de que María pueda recibir una mejor formación académica en Roma. Su padre quiere que estudie Magisterio y que sea maestra, porque le parece lo más indicado para una mujer. María tiene otros planes… y se inclina por iniciar una carrera de ciencias. Contra la voluntad de su padre, se inscribe, en 1884, en una escuela técnica universitaria con la idea de realizar los estudios de Ingeniería pero estos estudios los abandona después del primer año para intentar ingresar en la prestigiosa Facultad de Medicina de la Università degli Studi di Roma “La Sapienza”.

Teniendo presente el contexto, podemos imaginar lo que esta situación puedo significar en su vida: María Montessori es la primera mujer italiana en graduarse en Medicina en 1896, y comienza su carrera profesional dedicada al estudio y tratamiento de niños “anormales” en la clínica psiquiátrica de Roma. Esta experiencia vital le hace darse cuenta de que más que un problema médico, la deficiencia mental es un problema pedagógico.

María Montessori escribe:

“Fue así como, interesándome por los niños con deficiencia mental, conocí el método especial de educación, ideado para estos niños por Eduard Sèguin, y empecé a profundizar en la idea entonces naciente de la eficacia de los “tratamientos pedagógicos” para curar varias formas morbosas en los niños, como la sordera, la parálisis, la idiotez, el raquitismo, etc.”

Trabaja sobre esta observación y se entrega a crear un ambiente agradable y a estudiar un nuevo tratamiento basado en un tipo de educación especial, convencida de que todo ello ayudaría a mejorar la condición mental de estos niños.

“En oposición a mis colegas –recuerda María Montessori–, tuve la intuición de que la cuestión de los “anormales” era más pedagógica que médica (…). Y creo haber tocado una cuerda más sensible, porque de los centros médicos pasaron la idea a los maestros de primaria y se extendió en poco tiempo, por ser algo que interesaba directamente a la escuela”
(Montessori, 1937)

Expone sus ideas sobre esta materia en el congreso pedagógico de 1898 de Turín. El ministro italiano por entonces, Guido Baccelli, le pide que ofrezca una serie de conferencias para ilustrar a maestros sobre el trato y los contenidos necesarios para trabajar con niñ@s con deficiencias mentales. Fruto de estos encuentros nace la Escuela Estatal de Ortofrenia, lugar en donde María Montessori ejerce como directora durante 2 años.

La doctora María Montessori tuvo una experiencia muy rica y profunda. Ella decía que, este tiempo de aprendizaje, fue su verdadero título de pedagogía. A partir de este momento, María Montessori, se convirtió en una maestra no convencional.

En aquella escuela psiquiátrica, y a través de su planteamiento experimental, puso en práctica sus teorías sobre el desarrollo y la educación de l@s niñ@s.

Su acercamiento a cada niñ@ era personal y les mostraba con respeto y cariño aquellos materiales que ella misma había diseñado para ayudarles a leer y escribir.  El resultado de su trabajo con estos niños se conoció como “el milagro Montessori”. Ocho niños de la escuela se presentaron al examen oficial de aptitud en lectura y escritura para niños “normales” de su misma edad y sus notas fueron más altas que el promedio.

Este hecho llevó a María Montessori a reflexionar sobre el estado de la educación en general.

“En tanto que todo el mundo admiraba el progreso de mis idiotas, yo buscaba las razones que mantenían… a los niños de las escuelas comunes y corrientes en un nivel tan bajo, ¡que podían ser igualados en los exámenes de inteligencia por mis desafortunados alumnos! Llegué a convencerme de que métodos similares aplicados a niños normales, desarrollarían o liberarían su personalidad en una forma sorprendente y maravillosa”

En 1907 le ofrecieron tomar a su cargo una guardería de niños de entre 2 y 6 años en un complejo habitacional del barrio de San Lorenzo, un barrio muy pobre de Roma. La guardería se llamó “Casa dei Bambini”. Los niños con los que se encontró la Dra. Montessori venían de familias de bajos recursos, sin educación y sin apoyo familiar de ningún tipo.

A partir de esta experiencia comenzaron a abrirse otras Casa del Bambini a lo largo de Italia. En esta etapa de su vida todavía no existía “su método”, sino que fue tomando forma a partir de cada una de estas nuevas experiencias pedagógicas. María Montessori observaba minuciosamente el trabajo de l@s niñ@s e iba anotando en su cuaderno sus observaciones científicas.

“De ese modo se dio cuenta de que los niños se sentían atraídos por los nuevos materiales que ella ideaba sin necesidad de persuadirlos, como pasaba con los niños deficientes. También descubrió que los niños de la Casa dei Bambini, al finalizar la jornada, expresaban satisfacción, tenían cara de felicidad, y necesidad de permanecer en reposo”
(Montessori, 1968)

El éxito de su trabajo despertó el interés por el Método Montessori en todo el mundo y se establecieron escuelas en distintos países.

En 1914, María Montessori introduce la aplicación de su método en las escuelas de primaria, con niños de seis a doce años.

En 1922 es nombrada inspector a de las escuelas italianas, ya que se consideraba que su método era compatible con la Riforma Gentile (Gentile fue ministro de Educación en la Italia de Mussolini de 1922 a 1924). Mussolini adopta el método montesoriano en todas las escuelas infantiles italianas. Más adelante, sin embargo, la situación cambió drásticamente y, tras manifestar la doctora Montessori que el fascismo quería servirse de la escuela para adoctrinar a los jóvenes y entrenarlos para obedecer órdenes, no para pensar y ser libres, en 1934 se cierran las escuelas Montessori y, en 1936, se prohíben en Italia cualquier actividad relacionada con su método. María Montessori salió de su país.

Durante su exilio vivió en España, en Holanda, y en  la India y allá por donde iba continuaba su observación y el desarrollo de su  trabajo. En estos países desarrolló diversos programas de formación destinados a nuevos docentes. Las diferentes experiencias bélicas que experimentó a lo largo de su vida la llevaron a profundizar, cada vez más,  en los temas educativos relacionados con la Paz, llegando a la conclusión de que la Educación es el único camino para construir la Paz. Precisamente por estos trabajos, fue nominada al premio Nobel de la Paz, en tres ocasiones.
María Montessori falleció el 6 de mayo de 1952, a la edad de ochenta y dos años en su casa de Holanda.

Maria Montessori

Desde aquí honramos su legado, su absoluta entrega por el estudio científico y profundo del ser humano, desde su infancia, como base fundamental para el desarrollo de individuos libres, conscientes y plenamente adaptados al entorno: Seres Humanos en Paz conviviendo en el Universo.

En 1929, Maria Montessori fundó la Association Montessori Internationale (AMI) en Ámsterdam, organización que hoy mantiene íntegro su legado y hoy en día lidera el movimiento montesoriano a escala mundial.

Libros de su obra publicados en español

  • El Método de la Pedagogía Científica. Editorial Biblioteca Nueva
  • La Mente Absorbente del Niño. Editorial Diana
  • El Niño: El Secreto de la Infancia. Editorial Diana
  • Ideas generales sobre mi método. Editorial Losada S.A
  • La autoeducación en la escuela elemental. Editorial Araluce
  • Psicoaritmética. Editorial Araluce
  • Psicogeometría. Editorial Araluce
  • Educar para un Nuevo Mundo. Editorial Longseller S.A
  • La Educación de las Potencialidades Humanas. Editorial Longseller S.A
  • La Formación del Hombre. Editorial Diana
  • Educación y Paz. Editorial Longseller S.A